Hace unos días pude ver el documental emitido por la 2 de TVE titulado "comprar, tirar, comprar" que trata sobre la "OBSOLESCENCIA PROGRAMADA", el motor de nuestra sociedad de consumo. Os invito a que lo veáis, pero os voy a comentar un poco las conclusiones a las que llega y en manos de quienes estamos.
El documental empieza así:
Él es Marcos de Barcelona, pero podría ser cualquiera en cualquier otra parte. Se va a encontrar con algo que sucede en hogares y oficinas de todo el mundo a diario. Una pieza de su impresora ha fallado y el fabricante recomienda llevarla al servicio técnico. Cuando llega al mismo se encuentra con que el tecnico le dice: "mi técnico hace un diagnostico previo, pero te cuesta 15,00 Euros + iva". Insatisfecho por dicha respuesta busca ayuda en otras tiendas y en todas llegan a la misma "conclusión": "será difícil que encuentres las piezas para repararla, y si las encuentras no te saldrá a cuenta repararla, pues la reparación costara entre 110,00 y 120,00 Euros, y como hay impresoras nuevas por 39,00 Euros, mas rápidas y con mejor calidad de impresión que la que tienes, finalmente hasta el servicio técnico le recomienda mirar una impresora nueva, y así en todos los establecimientos que consulta. Marcos esta siendo víctima de la OBSOLESCENCIA PROGRAMADA.
No es casualidad que los tres vendedores sugieran a Marcos comprar una impresora Nueva. Si acepta sera una nueva víctima de la Obsolescencia Programada, que es el motor de nuestra sociedad de consumo.
¿En que consiste?
Es muy sencillo, se basa en el diseño y fabricación de productos con una vida limitada con el fin de consumir productos nuevos, así de sencillo.
En esta sociedad que vivimos parece que nuestro papel en la vida parece limitarse a pedir créditos y comprar cosas que no necesitamos.
Nuestra sociedad esta dominada por una economía de crecimiento, cuya lógica no es crecer para satisfacer las necesidades, sino crecer por crecer. Una sociedad de crecimiento sin crecimiento es una catástrofe. Si la gente no compra, la economía no crecerá. Es así de simple y duro.
Bernard London definía la Obsolescencia programada como el deseo del consumidor de poseer algo un poco mas nuevo, un poco antes de lo necesario.
Esta Obsolescencia programada ha definido nuestra vida desde los años 20, cuando los fabricantes empezaron a acortar la vida de los productos para aumentar las ventas.
Baterías que se 'mueren' a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas... ¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos?.
En 1911 se anunciaban bombillas con una duración certificada de 2500 horas pero en 1924 los principales fabricantes pactaron limitar su vida útil a 1000.
El cártel que firmó este pacto, llamado Phoebus, oficialmente nunca existió pero en 'Comprar, tirar, comprar' se nos muestran pruebas documentales del mismo como origen de la obsolescencia programada.
Edison puso a la venta su primera bombilla en 1881. Duraba 1500 horas. En 1911 un anuncio en prensa española destacaba las bondades de una marca de bombillas con una duración certificada de 2500 horas. Pero, tal y como se revela en el documental, en 1924 un cártel que agrupaba a los principales fabricantes de Europa y Estados Unidos pactó limitar la vida útil de las bombillas eléctricas a 1000 horas. Este cártel se llamó Phoebus y oficialmente nunca existió pero en Comprar, tirar, comprar
se nos muestra el documento que supone el punto de partida de la obsolescencia programada, que se aplica hoy a productos electrónicos de última generación como impresoras o iPods y que se aplicó también en la industria textil con la consiguiente desaparición de las medias a prueba de carreras.
A través de la historia de la caducidad programada, el documental pinta también un fresco de la historia de la Economía de los últimos cien años y aporta un dato interesante: el cambio de actitud en los consumidores gracias al uso de las redes sociales e Internet. El caso de los hermanos Neistat
, el del programador informático Vitaly Kiselev o el catalán Marcos López, dan buena cuenta de ello.
África, vertedero electrónico del primer mundo
Este usar y tirar constante tiene graves consecuencias ambientales. Tal y como vemos en este trabajo de investigación, países como Ghana se están convirtiendo en el basurero electrónico del primer mundo. Hasta allí llegan periódicamente cientos de contenedores cargados de residuos bajo la etiqueta de 'material de segunda mano' y el paraguas de una aportación para reducir la brecha digital y acaban ocupando el espacio de los ríos o los campos de juego de los niños.
Más allá de la denuncia, el documental trata de dar visibilidad a emprendedores que ponen en práctica nuevos modelos de negocio y escucha las alternativas propuestas por intelectuales como Serge Latouche, que habla emprender la revolución del 'decrecimiento', la de la reducción del consumo y la producción para liberar tiempo y desarrollar otras forma de riqueza, como la amistad o el conocimiento, que no se agotan al usarlas.
A continuación os pongo el documental para que lo veáis, prestadle atención
Parte 1/4
Parte 2/4
Parte 3/4
Parte 4/4
ANTES DE CONSUMIR, PENSAD AMIGOS GRITONES.
Fuentes: Youtube y Archivo TVE
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