Perros

Para él la vida siempre fue muy perra, por eso cada día se empeñaba en darle, al menos, un hueso.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

Desencuentro

Sus caminos se cruzaron. Lástima que no fuese en el mismo nivel de aquella gigantesca estación de destino.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

Su destino

La curiosidad mató al gato mas hizo al hombre libre de buscar su ansiado destino más allá de este raído horizonte.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

El tiempo pasado

Las huellas del tiempo se reflejaban en su rostro, en un ataque de ira decidió romper todos los espejos que poseía.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

Infinito

No pudo evitar pensar en el infinito cuando todo ya había acabado de forma irremediable.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

¿Qué buscas?

–Sólo busco tu amistad
–Yo, tu amor
–No sé qué decir
–No digas nada. Ámame esta noche como nunca y olvídame para siempre
–No sabría olvidarte

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

Se acabó

Se despidió. Me quedé observando como caminaba calle abajo, desapareció al doblar la esquina. En ese instante acabó mi vida.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

Alma de blues

Cada noche se escondía tras su guitarra hasta que la melancolía desangraba las yemas de sus dedos.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

El ganador perdido

Llegó primero a la meta. Sintió que había perdido al dejar atrás a todos los que le ayudaron a vencer.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

La mirada perdida

Si sólo tuviese la certeza de que estas observándome, no me preocuparía de buscar tu mirada entre las estrellas...

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

Corazones

No quería robarle su corazón. No era un ladrón, sólo deseaba que ella lo compartiese con él, aunque sólo fuese una noche.

Así limpiaba

Hoy tocaba hacer limpieza. Quitó el polvo de su corazón, las telarañas de su alma. No pudo más que sonreír.

Texto y Fotografía: © Alberto Ladero Lorente

En soledad

Buscaba amigos, así se dio cuenta de la cantidad de personas que mueren en compañía de la soledad.

Texto y fotografia: © Alberto Ladero Lorente

Sobras

Toda su vida fue de sobrado sin darse cuenta de que era él quien en realidad sobraba.

Texto y fotografia: © Alberto Ladero Lorente

Su Soledad

Vendió su soledad al diablo, el alma hacía tiempo que la había perdido jugando a las cartas.

Texto y fotografia: © Alberto Ladero Lorente

Sin destino

Dejó marchar sus sueños en el último tren del día, ese que va cargado de almas solitarias que no saben cuál es el destino final.

Texto y fotografia: © Alberto Ladero Lorente

Reproches

Guardó sus reproches en el bolsillo. Al llegar al río dudó entre arrojarlos al agua u ocultarlos bajo una piedra y devolvérselos

Texto y fotografia: © Alberto Ladero Lorente