La frase del momento

¿Morir por mis ideales? ¡Jamás! .. Podría estar equivocado. (Mark Twain)

sábado, 26 de abril de 2014

El paraíso

¿Algún día encontraré el paraíso?

El paraíso de poder sentir
el rocío de la mañana en mi rostro
Poder pararme a escuchar
el golpeteo de la lluvia en los cristales
Un paseo en soledad
sin saber de dónde vengo ni a donde voy
Enredarme bajos las sabanas
con las curvas de tu cuerpo de mujer
Recorrer la distancia sin mirar atrás
y no importarme si llegaré a mi destino
Observar el tímido vuelo de una mariposa
sin importar que el tiempo se escape
Escuchar el silencio de un bosque
con sus ramas pobladas de secretos
Que pasen los minutos
y no ver el tiempo si a tu lado estoy
Sentarme a la orilla de un río
y dejarme envolver por la corriente
El paraíso de componer una sinfonía
mezclando el eco de las olas
y el rumor de tus pensamientos
Ser pobre en la riqueza de tenerte
y pobre en la riqueza del que nada posee

El paraíso de sentir, vivir, pensar, amar
hablar, reír, llorar, callar sin miedo al qué dirán
algún día lo encontraré

Texto y fotografías: Alberto L. Lorente

viernes, 25 de abril de 2014

un pedazo de mi vida

Hoy he encontrado esta viñeta, publicada hace dos semanas en la revista "El Jueves", y por lo que veo, después de 28 años, las cosas no han cambiado demasiado. Sigue habiendo gente impartiendo derecho penal sin haber pisado nunca un juzgado, gente impartiendo calculo de estructuras sin haber pisado nunca una obra, gente impartiendo programación informática que nunca ha desarrollado una aplicación que se use en la vida real, impartiendo filosofía sin haber pensado nunca por si mismos, filólogos que nunca han escrito ni una palabra. ¿Que me pueden (o pudieron) enseñar si nunca se han parado a  conocer como se trabaja fuera, en la vida cotidiana?, si lo único que me transmiten lo que han aprendido de otro que como ellos ha aprendido y así por los siglos de los siglos, amén. Doctores porque otros doctores opinan que la teoría que plantea es posible, pero que nunca comprueban si es realizable o útil para la sociedad y entre ellos se nombran doctores ¿en que? ¿en la teoría de la vida? esa que siempre es superada por la realidad.

Aún hoy les recuerdo Srta. Nistal (¿como vas?, fatal me tocó la Srta Nistal) de Cálculo y al Sr Cid (si le llamaban el Cid Cateador sería por algo) de Física en el primer año de Ingeniería Industrial. Hicieron que odiase haber escogido esa carrera y perder un año de mi vida. También los había buenos, pero como siempre, de esos no se acuerda ni Dios. ¿como se llamaba aquel profesor que daba Oficina Técnica (bueno, en primero eran prácticas de Dibujo Industrial)? si, el que tenía una empresa de ingeniería naval y trabajé para él haciendo los desarrollos de calderería de una fragata (mi primer trabajo como delineante, sin yo saberlo). Lo siento, de su nombre no me acuerdo. Pero ese si que era un verdadero docente, que me enseño una profesión y que esa profesión era útil (ahora no lo es, porque los Ingenieros Industriales, los superiores, los Arquitectos y Arquitectos Técnicos, son los que, sin tener esa vocación, se pasan, en el mejor de los casos, seis años estudiando una carrera superior o de grado medio, para trabajar como delineantes (en el mejor de los casos), echándonos a los que si nos gustaba (si, en pasado) nuestra profesión.) y no los supuestos doctores (en nada) que pueblan nuestras universidades.

Y esto lo dice el hijo de un Catedrático de Dibujo de la Facultad de Ingeniería Industrial de Vigo, que no sólo daba clase en dicha facultad. También daba clase en el Instituto Politécnico de Vigo (antes Maestría) y trabajaba en la oficina técnica de una empresa de calderería pesada en Vigo.

Se habla mucho del nivel de nuestros jóvenes estudiantes, pero nadie evalúa a los indecentes docentes.

Pero la vida es así de ingrata, y eso, eso no te lo enseña ningún doctor.

pedazos de mi vida.


Texto: Alberto L. Lorente
Ilustración: El Jueves

martes, 8 de abril de 2014

18 maneras de decir te quiero




Con la mirada silenciosa
Y un inesperado beso
Cuando te echo de menos
Un instante después de tu partida

Con la lágrima que por mi derramas
Y bailando las notas de esa canción
Cuando sabes que eres
Mi último pensamiento del día

Con el primer beso de la mañana antes de abrir los ojos
Y la suave y tierna caricia de tus manos
Cuando agarrados de la mano
Entrelazamos nuestros sentimientos

Con los versos de este poema
Y nuestros recuerdos más hermosos
Cuando paseamos por el camino del río
Entretejiendo nuestras vidas

Con el sonido de tu risa
Y persiguiendo nuestros sueños
Cuando el loco pasar del tiempo
Nos roba las eternas horas de sueño

Sé que me piensas
                Que te siento
                               Nos amamos

Sé que sencillamente te quiero


Texto y Fotografías: Alberto L. Lorente

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Nº de registro: VG184-12

Autor de los textos: Alberto L. Lorente