– Forty five dollars, please – contestó aquel hombre de aspecto hindú.
Le dio un billete de cincuenta, se sentía generoso:
– The rest is for you, keep the change.
El taxista sonrió con una especie de mueca, no le debió parecer demasiado lo que le dejó como propina, apenas se apeó del vehículo y sacó sus maletas del maletero, el taxi arrancó presuroso, chirriando sus neumáticos sobre lo poco de asfalto que quedaba en la calzada llena de baches.
Giró sobre sí mismo tomando una gran bocanada de aire mientras contemplaba las luces y las pantallas que iluminaban Times Square, apenas llevaba medio minuto en la ciudad cuando ya se arrepintió de no ir directamente al hotel, volvería al mismo que hacía veinte años, el Park Central Hotel, nueve manzanas al norte en la Séptima entre la entre la 55ª y la 56ª oeste. Cogió su pequeña maleta y la mochila con la cámara fotográfica y comenzó a caminar lentamente en dirección al hotel...
("Crónicas desde Nueva York".... Continuará)
Texto: Alberto Ladero Lorente
Texto: Alberto Ladero Lorente
No hay comentarios:
Publicar un comentario